A principios del siglo XX, los conductores se encontraban con un dilema cuando la lluvia comenzaba a caer. La falta de visibilidad en el parabrisas dificultaba la conducción segura. Fue entonces cuando los limpiaparabrisas manuales entraron en escena. Los primeros modelos eran operados a mano, requiriendo que el conductor gire una manivela para mover una cuchilla de goma de un lado a otro, eliminando el agua de la superficie del vidrio.
Estos limpiaparabrisas manuales, aunque rudimentarios, marcaron un avance significativo en la seguridad vial. Permitieron a los conductores enfrentar las inclemencias del tiempo con mayor confianza, mejorando la visibilidad y reduciendo los accidentes en condiciones de lluvia.
Desde las primeras vueltas de manivela hasta los sistemas automáticos de hoy en día, los limpiaparabrisas manuales han recorrido un largo camino en su evolución.
¡Seguinos para ver más contenido como este!