
A fines de julio de 2025, un torrente de especulaciones vinculaba a Max Verstappen con un posible traspaso a Mercedes. Incluso George Russell reveló que su equipo había mantenido conversaciones informales sobre ese potencial fichaje. Sin embargo, durante la previa al Gran Premio de Hungría (31 de julio), Verstappen fue contundente:
“Es hora de parar todos los rumores. Para mí siempre estuvo claro que me iba a quedar.”
Un vínculo sólido hasta 2028
El neerlandés tiene un contrato vigente con Red Bull hasta finales de 2028, y aunque existía una cláusula que le permitía rescindir al no estar entre los tres primeros al término del receso de verano, esa posibilidad quedó descartada al mantenerse como uno de los tres mejores en la clasificación después del GP de Spa‑Francorchamps.
Estabilidad en medio de cambios clave
La declaración de Verstappen llega apenas semanas después del despido del histórico director de equipo Christian Horner, quien fue reemplazado por Laurent Mekies. A pesar de esa sacudida interna, Verstappen aseguró que su enfoque no cambiará: siempre dialogó con la escudería sobre mejoras técnicas y planes para el 2026, reafirmando su compromiso con el equipo.
Mirando hacia la nueva era técnica
El 2026 marcará el inicio de una nueva era reglamentaria: Red Bull lanzará su propia unidad de potencia en asociación con Ford, tras su desvinculación de Honda. Para Verstappen, esta transición representa un gran desafío y una oportunidad para liderar el equipo en este nuevo capítulo: “Estamos discutiendo ya lo que queremos cambiar el año que viene”
Un presente irregular, un futuro con potencial
La temporada 2025 ha sido complicada para Red Bull: el RB21 ha mostrado falta de ritmo frente a rivales como McLaren, y Verstappen ha admitido que es difícil pensar en ganar este año, aunque aún no descarta sorpresas. Aun así, el neerlandés mantiene su compromiso con el proyecto y considera que quedan lecciones de ingeniería que aplicar en 2026.
La tranquilidad ha regresado a Red Bull: Max Verstappen continuará defendiendo sus colores en la temporada 2026 y más allá, respaldado por un contrato que lo une al equipo hasta 2028 y sin activar cláusulas de salida anticipada. Su permanencia aporta estabilidad en medio de cambios estructurales y abre la puerta a liderar la revolución técnica de la escudería en la próxima era reglamentaria de la F1.