Una inundación puede ser una experiencia devastadora para cualquier propietario de un vehículo. Las inundaciones pueden causar daños significativos a tu auto. Actuar rápidamente y seguir ciertos pasos puede minimizar estos daños y ayudar a restaurar tu vehículo.
Te damos algunos consejos útiles para manejar la situación si tu auto se inunda:
- No intentes arrancar el auto
Lo primero y más importante es evitar arrancar el auto después de que se haya inundado. El agua puede haber entrado en el motor y otros componentes eléctricos, y encender el vehículo podría causar daños irreparables. Dejá el auto apagado y sacá las llaves del encendido.
- Evaluá la profundidad del agua
Determiná cuánta agua ha entrado en tu vehículo. Si el nivel del agua es bajo y solo ha afectado el piso del auto, los daños pueden ser mínimos. Sin embargo, si el agua ha llegado al nivel del tablero, los daños pueden ser mucho más severos y es posible que necesites asistencia profesional.
- Desconectá la batería
Desconectar la batería puede prevenir cortocircuitos y otros problemas eléctricos. Asegúrate de hacerlo con cuidado y si no estás seguro de cómo hacerlo, consultá con un profesional.
- Documentá los daños
Antes de comenzar cualquier proceso de limpieza o reparación, tomá fotografías de los daños. Esto será útil para cualquier reclamación de seguro que necesites hacer. Documentá tanto el exterior como el interior del vehículo, prestando especial atención a las áreas más afectadas.
- Extraé el agua
Si es seguro hacerlo, comenzá a extraer el agua del interior del vehículo. Podés usar una bomba de agua, una aspiradora húmeda/seca o incluso toallas y cubetas para sacar la mayor cantidad de agua posible.
- Revisá el sistema eléctrico
Una vez que el auto esté seco, revisá todos los componentes eléctricos. Esto incluye las luces, el sistema de audio, los controles del tablero y cualquier otro dispositivo eléctrico. Si encontrás algún problema, es mejor que un profesional lo revise antes de intentar usar el auto.
- Cambiá los fluidos
El agua puede contaminar los fluidos del auto, como el aceite del motor, el líquido de frenos y el líquido de transmisión. Es esencial cambiar estos fluidos para evitar daños adicionales al motor y otros sistemas del vehículo.