
Un golpe a la reputación del SUV compacto
El Citroën Basalt acaba de protagonizar una de las noticias más polémicas del mundo automotor en Latinoamérica. El modelo, que Stellantis produce en Brasil y que prometía ser una opción moderna y accesible dentro del segmento de los SUV compactos, fue evaluado por el programa Latin NCAP y recibió cero estrellas en seguridad. Un resultado alarmante que deja en evidencia serias falencias en protección para ocupantes y peatones, y que plantea interrogantes sobre los estándares de fabricación para la región.
Resultados decepcionantes en todas las categorías
Según los datos oficiales de Latin NCAP, el Citroën Basalt obtuvo calificaciones muy por debajo de lo esperado:
- Protección de ocupante adulto: 39,37 %.
- Protección de ocupante infantil: 58,35 %.
- Protección de peatones y usuarios vulnerables: 53,38 %.
- Sistemas de asistencia a la seguridad: 34,88 %.
Estos valores no alcanzan los mínimos exigidos por el organismo para obtener siquiera una estrella, lo que convierte al Basalt en uno de los peores evaluados en lo que va del año.
Estructura débil y protección deficiente
Uno de los aspectos más preocupantes señalados por Latin NCAP fue la inestabilidad estructural durante el impacto frontal. La zona del pasajero carece del refuerzo presente en el lado del conductor, lo que genera un comportamiento desigual ante un choque.
En la prueba de impacto lateral, los resultados tampoco fueron alentadores: el “dummy” infantil de tres años golpeó la estructura del vehículo, obteniendo cero puntos en ese apartado. Esto demuestra una protección deficiente en una de las áreas más críticas para la seguridad de los pasajeros más vulnerables.

Tecnología ausente en seguridad activa
A pesar de ser un modelo de reciente lanzamiento, el Basalt carece de sistemas avanzados de asistencia a la conducción (ADAS) que hoy ya se consideran esenciales. No cuenta con Frenado Autónomo de Emergencia, Alerta de Colisión o Asistencia de Mantenimiento de Carril, ni siquiera como opción.
Latin NCAP también destacó la ausencia de airbags de cortina y la falta de desconexión del airbag del pasajero, lo que limita la instalación de sillas infantiles orientadas hacia atrás. Aunque incluye cuatro airbags y Control Electrónico de Estabilidad (ESC) de serie, el nivel general de seguridad es insuficiente para los estándares actuales.

Un patrón preocupante para Stellantis
Este no es un caso aislado. Desde 2020, ningún modelo de Stellantis evaluado bajo el nuevo protocolo de Latin NCAP ha superado las dos estrellas. La crítica se centra en la estrategia del grupo automotor, que continúa ofreciendo vehículos con menores niveles de seguridad en América Latina en comparación con los mismos modelos vendidos en Europa o Asia.
El Basalt, fabricado en Porto Real, Brasil, refuerza esta tendencia. El mensaje de Latin NCAP fue contundente: la marca debe asumir su responsabilidad y garantizar los mismos estándares globales de protección para todos los mercados.
Lo que los consumidores deben saber
Más allá del resultado, este informe deja una lección clara: los compradores deben informarse antes de decidir. Latin NCAP recomienda verificar qué versión del vehículo se ofrece localmente, ya que algunas versiones superiores pueden incorporar más airbags o sistemas de asistencia.
Además, es fundamental exigir transparencia a los fabricantes y priorizar modelos con buenas calificaciones en pruebas de choque, ya que la diferencia puede significar la vida en un accidente.
Conclusión: seguridad no es un lujo
El Citroën Basalt representa un retroceso preocupante en materia de seguridad. Un diseño atractivo o un equipamiento tecnológico moderno no pueden compensar la falta de protección básica para los ocupantes. Latin NCAP, una vez más, expone una realidad que muchos consumidores desconocen: la seguridad no debe ser un lujo opcional, sino un derecho mínimo en todos los vehículos.
El cero estrellas del Basalt no solo golpea la imagen de Citroën, sino que también sirve como advertencia para toda la industria. En un mercado cada vez más competitivo, ignorar la seguridad puede tener un precio demasiado alto.