
Tesla ha iniciado una ambiciosa fase de prueba en Austin, Texas, lanzando su servicio de robotaxis con vehículos Modelo Y equipados con el software Full Self‑Driving (FSD). Este programa piloto, que comenzó el 22 de junio de 2025, opera con apenas 10 a 20 unidades en una zona geocercada del sur de la ciudad, con un usuario de invitación exclusiva y precios promocionales de USD 4.20 por viaje.
Cada robotaxi cuenta con un empleado como monitor de seguridad en el asiento del copiloto, listo para intervenir si el sistema autónomo muestra errores.
Expansión y polémica: un mapa que no pasó desapercibido
En julio, Tesla amplió el área de operación, adicionando varios 3.9 mi² (10 km²) adicionales en Austin. El nuevo perímetro se viralizó en redes por su forma sugestiva, algo que Elon Musk celebró con humor al tuitear: "Más grande, más largo y sin cortes" junto a un emoji de risa.
Esta expansión supera incluso la zona operativa de Waymo en la ciudad, lo cual algunos analistas interpretan como una señal de que el piloto avanza bien.
Seguridad bajo lupa: los primeros tropiezos
A pesar de la fanfarria, no todo ha sido perfecto:
- Se viralizaron videos de vehículos rebasando límites de velocidad o circulando en sentido contrario.
- Se reportaron maniobras abruptas, frenadas innecesarias en presencia de coches policiales, y violación de zonas reservadas como espacios para discapacitados.
- La NHTSA (Administración Nacional de Seguridad del Tráfico) ha abierto una investigación y solicitó información adicional a Tesla sobre estos incidentes.
Un reporte reciente señala que, si bien algunos vehículos recorrieron hasta 7.000 millas sin incidentes mayores, Tesla no ha revelado detalles concretos sobre miles recorridas, intervenciones humanas u otros indicadores críticos.
Competencia y proyección futura
Tesla busca competir directamente con Waymo, que ya ofrece más de 250.000 viajes semanales en varias ciudades, incluyendo Austin.
Para 2026, Tesla planea comenzar la producción de su robotaxi específico —el Cybercab— diseñado sin volante ni pedales, junto al modelo Robovan. También pretende permitir que propietarios privados de Teslas agreguen sus vehículos autónomos al servicio, generando ingresos adicionales al estilo “Airbnb móvil”.
El objetivo vería a Tesla operando en una docena de ciudades de EE. UU. para finales de 2025, con potencial para expandirse a varios millones de vehículos autónomos para mediados de 2026.
Reacción del mercado y percepción pública
- En bolsa, el anuncio impulsó las acciones de Tesla en torno a 10 %, aunque la empresa arrastra una caída acumulada del 20–24 % en el año debido a resultados operativos preocupantes
- Un estudio de opinión sobre una base de más de 8.000 consumidores reveló que:
- 65 % desconocía el lanzamiento,
- 31 % no consideraría usar un robotaxi,
- 42 % perdió interés tras leer críticas o reportes de fallos.
- Más de la mitad duda de la seguridad de Tesla
Tesla ha dado un paso audaz al poner en marcha su robotaxi en Austin, marcando el comienzo de lo que podría ser una revolución en movilidad urbana. Sin embargo, la experiencia real demuestra que aún hay una brecha significativa entre la promesa de conducción totalmente autónoma y la realidad operativa.
La expansión del área geocercada, el modelo de ingresos para dueños de vehículos Tesla, y la llegada del Cybercab son atractivos futuristas. Pero los desafíos regulatorios, las dudas de seguridad y la percepción pública ponen en evidencia que el camino aún es largo.