
En 2025, Uruguay se reafirma como el faro de la movilidad eléctrica en América Latina. Las cifras más recientes muestran un verdadero “boom” de ventas, apoyado por incentivos fiscales, precios elevados de la gasolina y una creciente confianza en los vehículos eléctricos.
Un crecimiento que no pasa inadvertido
● Según la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay (ACAU), durante 2025 —hasta octubre— los autos eléctricos a batería representan ya una cuarta parte de todas las ventas de autos y SUVs nuevos. Eso equivale a más del doble que en 2024.
● Solo entre 2021 y 2024 el crecimiento fue meteórico: en 2021 sólo se vendieron 245 vehículos eléctricos, mientras que en 2024 la cifra ascendió a casi 6.000 unidades —lo que muestra un aumento de más del 2.300 % en apenas tres años.
● Este dinamismo convierte a Uruguay en uno de los pocos países en la región donde los eléctricos ya superan en volumen a una proporción significativa del mercado tradicional.
¿Qué impulsa este salto hacia lo eléctrico?
La combinación de factores que ha acelerado esta transición en Uruguay es clara:
● Incentivos fiscales estructurados: exoneraciones, arancel cero sobre la importación de eléctricos, y eliminación de impuestos específicos para autos eléctricos.
● Precio alto de la gasolina: con costos de combustible que superan los 7 USD por galón, conducir a electricidad representa un ahorro real y atractivo para muchos.
● Variedad accesible de modelos eléctricos, especialmente chinos: marcas como BYD, JAC y Omoda están copando el mercado, con modelos asequibles que atrapan tanto al público promedio como al segmento “premium”.
● Un entorno energético favorable: Uruguay cuenta con una matriz energética mayoritariamente renovable, lo que refuerza el argumento ecológico detrás de la transición a eléctricos.

El protagonismo de los eléctricos “made in China”
Una de las tendencias más fuertes del mercado uruguayo es la preferencia por vehículos eléctricos de origen chino. Los datos indican que, en 2025, el 90 % de los eléctricos vendidos provinieron de marcas como BYD, JAC y Omoda.

Eso significa que más allá del segmento económico: incluso en la gama media-alta o “premium”, modelos chinos han comenzado a reemplazar a marcas tradicionales europeas y estadounidenses.
Este fenómeno no solo responde a precios más accesibles, sino a un paquete atractivo: buena autonomía, tecnologías modernas, menor costo de mantenimiento y el respaldo de una regulación favorable.
Más allá del ahorro: sostenibilidad real y visión de futuro
El avance de la electromovilidad en Uruguay no es solo una moda o una cuestión de economía doméstica. Hay una visión de largo plazo: reducir la huella de carbono, potenciar un transporte más limpio y aprovechar una matriz energética renovable que ya distingue al país.

La combinación de políticas públicas, el contexto energético y una oferta variada de autos eléctricos está sembrando el terreno para que Uruguay se convierta en un referente regional de movilidad sostenible.
Un paso firme hacia el futuro
Uruguay ya no es solo un mercado pequeño comparado con gigantes regionales: con su rampante crecimiento en ventas de autos eléctricos, incentivos reales y un fuerte protagonismo de marcas chinas, el país define hoy un rumbo claro hacia la movilidad eléctrica.
Para quienes buscan eficiencia, ahorro y conciencia ambiental —en una combinación difícil de igualar—, hoy más que nunca, Uruguay es un ejemplo que vale la pena seguir.