El interés por los vehículos eléctricos (EVs) continúa creciendo a nivel mundial, y Uruguay no es la excepción. Aunque el mercado local avanza a un ritmo más pausado que el de países como Estados Unidos, se comienzan a notar similitudes en las razones que impulsan esta transición energética.
Una tendencia en crecimiento, aunque aún incipiente
Según un informe reciente, si bien las ventas de EVs en Uruguay todavía representan un porcentaje menor del total del mercado automotor, el interés ha ido en aumento sostenido. Factores como la conciencia ambiental, el ahorro en consumo de combustible y los costos de mantenimiento más bajos son algunos de los principales motivadores para los uruguayos que consideran dar el salto a la movilidad eléctrica.
Esto coincide con los hallazgos del estudio realizado por Edmunds en Estados Unidos, donde más del 70% de los consultados expresó su intención de adquirir un vehículo eléctrico o híbrido en el futuro cercano. En Uruguay, las búsquedas de EVs en portales especializados crecieron un 54% en lo que va del año, una cifra que muestra claramente hacia dónde se dirigen las preferencias del público.
Barreras similares: precio y disponibilidad
Así como en EE. UU., los consumidores uruguayos también enfrentan desafíos que dificultan la adopción masiva de estos vehículos. El alto precio inicial, la limitada infraestructura de carga y la oferta aún reducida de modelos disponibles en el país son factores que generan dudas o postergan decisiones de compra.
Sin embargo, cada vez más marcas están comenzando a ofrecer alternativas eléctricas en Uruguay, lo que mejora la disponibilidad y despierta aún más el interés de los consumidores. Modelos como el BYD Dolphin, el JAC e-JS1 o el Renault Kwid E-Tech, han empezado a posicionarse como opciones viables para quienes buscan dar el primer paso en la electromovilidad.
Una oportunidad para el futuro cercano
Con un marco normativo que favorece la importación de vehículos eléctricos —exoneración de impuestos y beneficios arancelarios—, y un país que ya tiene una matriz energética predominantemente renovable, Uruguay cuenta con las condiciones ideales para acelerar este cambio.
Además, si se logra avanzar en infraestructura de carga y en la educación del consumidor, no sería descabellado pensar que Uruguay pueda replicar el crecimiento que está viviendo EE. UU. en este rubro.
Conclusión: ¿el momento es ahora?
Aunque aún estamos lejos de una adopción masiva, los datos revelan un panorama alentador. Uruguay parece estar siguiendo un camino similar al de Estados Unidos, donde la combinación de conciencia ecológica, incentivos y tecnología está transformando la industria automotriz.
La pregunta no es si los autos eléctricos dominarán el mercado, sino cuándo. Y todo indica que ese futuro, al menos en Uruguay, está cada vez más cerca.